Audiofisiología combinada, corregir la asimetría y memorias múltiples de los audífonos

La segunda sesión máster del II Fórum Internacional de Audiología ha arrojado luz sobre un diagnóstico más preciso con la combinación de diferentes pruebas de audiofisiología, o mediante la corrección de la asimetría de ciertas hipoacusias para conseguir la verdadera estereofonía y también con calibraciones periódicas de los equipos de electromedicina. Además, se ha hablado de ciertas terapias sin validez científica, del aprovechamiento de las memorias múltiples de los audífonos para entornos sonoros y de la disfunción tubárica.

Publicado el 30 mayo 2020

Audiofisiología combinada, corregir la asimetría y memorias múltiples de los audífonos

Javier Santos, del Medical Center en la Vanderbilt University de Estados Unidos, ha explicado que el concepto de rehabilitación auditiva en este país resulta más amplio y se refiere a la comunicación de la persona, no solo a la adaptación de audífonos por una pérdida auditiva. Acerca de la Terapia Tomatis, el Método Bérard y otros similares, ha puntualizado que no cuentan con estudios científicos validados y tienen un valor experimental que no desdeñó, si bien ha opinado que no debería cobrarse por su utilización con pacientes.

A pesar de todo, en Internet se difunden numerosos estudios que avalan los beneficios de estas técnicas, que Santos ha reconocido que tienen efectividad «en casos particulares», por lo que cuentan con un «factor emocional».

Correlación entre pruebas

El Dr. Vicente Curcio (Argentina), ha disertado acerca de «Audiofisiología en el diagnóstico diferencial objetivo, el inicio del camino a la rehabilitación», sin restar valor a las pruebas subjetivas, que él también utiliza, pero centrándose en otro tipo de evaluaciones con un valor importante, sobre todo, diferentes tipos de potenciales evocados auditivos.

Como ejemplo de este afán suyo por la precisión, ha mencionado que prefiere las mediciones bABR de los umbrales por vía ósea, en lugar de una prueba por vía aérea puede confundir en los resultados. Con una perspectiva más global, Curcio ha hecho hincapié en que hay que tener en cuenta la correlación entre diferentes estudios audiológicos del paciente para llegar al diagnóstico, en ocasiones, también por la falta de correlación, y ha tranquilizado a los asistentes porque estas pruebas no son difíciles, están al alcance de cualquier audiólogo cualificado, y el mérito o esfuerzo está en la interpretación de los mismos.

Binauralidad vs estereofonía

Por su parte, Sebastián Bernal (Audiología Integral Cádiz, España), cuya intervención ha coincidido con el momento de su jubilación, ha aclarado la distinción entre binauralidad y estereofonía, que se suelen asimilar como sinónimos cuando no lo son.

Esta diferenciación cobra relevancia en entornos ruidosos, «el eterno problema», y este especialista ha puesto el foco en que la frase típica de «oigo, pero no entiendo» suelen decirla personas no usuarias de audífonos, mientras que cuando se les adaptan por primera vez, pasan a comentar que no comprenden por culpa del ruido, que ahora sí captan con la ganancia de esta tecnología.

¿Por qué? Bernal ha señalado que los audífonos pueden introducir una «asimetría» que realmente es lo que incide en la falta de inteligibilidad, como prueba que algunas hipoacusias bilaterales afectan y otras no, mientras que todas las monoaurales sí presentan este problema.

Por esta razón, el audiólogo andaluz aboga por reorientar el objetivo para corregir la asimetría, no siempre con la misma estrategia e incluso en algunos casos, mejor con un audífono que con dos, aunque parezca paradójico. La meta consiste en «compatibilizar las características electrico-acústicas del oído del paciente y del audífono» para alcanzar la estereofonía real. En la búsqueda de ese «equilibrio» se requieren pruebas con cierta complejidad, no resulta fácil verificar esa estereofonía. Bernal tiene intención de ampliar esta información en un libro de próximo publicación.

Reparación de la trompa de Eustaquio

Carolina Giesen, fonaudióloga fundadora de TechSalud (Santiago de Chile) ha hablado de la disfunción tubárica y ha subrayado la importancia de los tipos de tubos de ventilación. Acerca de esta técnica de reparación de la trompa de Eustaquio, que ocasiona una presión continua en la cabeza, ha detallado que consiste en la introducción de un balón que se infla para una dilatación en un momento y luego se retira del oído tras la intervención. Se han practicado en miles de casos en todo el mundo.

Su equipo emplea un cuestionario de la disfunción tubárica para evaluarla y en su centro TechSalud, además de la fonoaudiología, trabajan la terapia ocupacional y la psicología.

Giesen también ha aludido a una información difundida unos días antes por Audioenportada, con los resultados de un sondeo entre los profesionales de la audiología en España, y ha compartido ese sentir de un 34% de los encuestados de potenciar su modelo de negocio on-line además del off-line, cuando no se puede tener contacto físico con los pacientes.

Teleaudiología «low-touch»

Ha cerrado el programa el Dr. Juan Olmo (Clínicas Audición, Costa Rica), quien ha hecho énfasis en crear un «vínculo» con el paciente dentro de su descripción exhaustiva de las pruebas previas a la adaptación de los audífonos, que incluye las precauciones médicas pero, sobre todo, una calibración exhaustiva con diferentes intervalos de tiempo según los aspectos revisados: funcional, visual y auditiva (diaria), biológica (también antes de iniciar la jornada, realizada por dos personas), acústica (anual), y exhaustiva (dos años).

Este especialista ha recomendado informar al usuario de las memorias múltiples de los audífonos, que hacen que reconozca los ajustes idóneos para diferentes entornos sonoros cotidianos para él, más que entrar en características técnicas de los aparatos, como el número de canales.

Finalmente, en la última fase se deben aprovechar las herramientas de validación de la adaptación y, en cuanto a la teleaudiología, ha distinguido entre la que se realiza «sin contacto» con el paciente o la «low-touch» en la que tras un breve contacto en el gabinete, el proceso continúa después a distancia, un método más próximo a la realidad actual.

Y ha abogado por unificar criterios en las mediciones, porque actualmente no se pueden tomar como referencia informes anteriores de otros colegas sobre un mismo paciente, porque no se sabe si se han realizado en las mismas condiciones.

J. L. Fernández