«Si yo hubiera sabido lo bien que van los audífonos»: así opinan dos tercios de los encuestados para el EuroTrak

El mejor argumento que se puede emplear contra el estigma en el uso de los audífonos -el principal obstáculo para universalizar esta tecnología en España, según el estudio EuroTrak- es que una vez que los prueban, dos de cada tres se sorprenden de su eficacia: «Si yo hubiera sabido lo bien que van». Este dato y otros resultados han sido difundidos en la segunda sesión webinar organizada por la Asociación Nacional de Audioprotesistas-Audiólogos Protésicos (ANA).

Publicado el 02 julio 2020

«Si yo hubiera sabido lo bien que van los audífonos»: así opinan dos tercios de los encuestados para el EuroTrak

Esa afirmación de «si yo lo hubiera sabido…» no es un mensaje de marketing, lo dicen los encuestados y pueden comunicarlo los audiólogos a los personas con problemas de audición, tal como recomendó Stefan Zimmer, secretario general de la Asociación Europea de Fabricantes de Instrumentos Auditivos (EHIMA). Una visión compartida por Jordi Serra -presidente de la ANA- que ha aconsejado igualmente difundirlo entre los grupos de población afines a la pérdida auditiva.

Previamente, ha abierto la jornada on-line Mark Laurenys, presidente de la Asociación Europea de Audioprotesistas (AEA), quien ha recordado el plan de acción de esta organización para la atención en los gabinetes auditivos durante la pandemia, difundido en su web.

También ha mencionado que hay dos españoles que forman parte de la junta directiva de esta organización europea, Jordi Serra y Francesc Carreño, y que en total son 165.000 las personas encuestadas en toda Europa para EuroTrak, de las cuales, un 10% tienen pérdida auditiva (16.500). En España, en este primer sondeo se ha preguntado a 1.302 hipoacúsicos de 15.000 participantes.

Laurenys también ha destacado que los datos recabados con comparables con los de un estudio similar en Japón, Australia, EEUU, Nueva Zelanda e India.

Acerca de la prevalencia de la pérdida auditiva, se sitúa entre el 3% y el 27%, variable por países y también según cómo evalúan la hipoacusia, el grado entre leve o grave, y la edad media en cada Estado. España está muy cerca de la media europea (11,3%) con el 60% de afectados entre los mayores de 65 años. En Italia hay más y en Irlanda menos, por ejemplo, Suiza es un caso atípico, con menos casos de los que cabría esperar, tal vez por el bajo nivel de ruido ambiental, mientras que en Polonia el porcentaje es elevado, tal vez por su industria pesada.

Otra idea apuntada por el presidente europeo de los audioprotesistas es que las personas actúan con más rapidez de lo que se cree, cuando notan que pierden oído: prácticamente la mitad (49%) tardó dos años o menos y el 71% espera tres años como máximo, en España también son mayoría y solo el 17% se retrasa seis años o más. Asimismo, el 36% de personas con pérdida usan audífonos y la media europea es 37%, con una evidencia: los países que lo hacen mejor cuentan con subvenciones públicas.

El 25% de los españoles afectados no consultan a un profesional médico, aunque el porcentaje de los que sí lo hacen es superior a la media europea, solo es peor en el caso de los que reciben la información para adaptarse audífonos y no acuden a un profesional.

Aparatos en el cajón, un “mito”

En cuanto al tiempo de uso de los audífonos, está en 8,8 horas al día, en la zona media de la tabla de países. Laurenys ha desmontado también el mito de los aparatos que acaban en el cajón, en España el 6%, un porcentaje mejor que el promedio europeo y que no debe extrañar si se compara, por ejemplo, con los pacientes de hipertensión, diabetes (u otros problemas de salud) que no toman sus medicamentos.

El nivel de satisfacción con los audífonos se sitúa en España en el 78% y, curiosamente, en los países nórdicos donde gozan de cobertura pública, pero no hay elección de modelos, la satisfacción es menor, si bien Laurenys ha matizado que la tasa de adaptaciones es menor en España.

Acerca del estigma, es más acusado en la zona mediterránea, tal vez por la climatología buena, que acrecienta la sensación de que se burlan del usuario por llevar prótesis auditivas, aunque también es alta su percepción en Noruega. Pero lo interesante es ver que cuando ya los usan se dan cuenta de que nadie se ríe de ellos, ha apostillado el presidente de la AEA.

En EuroTrak se ha utilizado el cuestionario PHQ-2 para detectar indicios de depresión y se ha constatado que los audífonos ayudan contra este problema de salud. Y sobre la calidad de vida, en España la puntuación es bastante buena y lídera «es campeona» en la percepción de que el uso regular de los audífonos mejora la calidad de vida (64% de los encuestados).

Como conclusiones, Laurenys ha subrayado que «España hace las cosas bien y va en el camino correcto, hay que trabajar para aumentar las adaptaciones binaurales y conseguir subvenciones para el acceso de esta tecnología».

Riesgo de ser dependiente

Por su parte, Zimmer ha destacado que EuroTrak permite cada tres-cuatro años definir tendencias en los mercados y que un 29% de los encuestados relacionan la pérdida auditiva con la depresión y con otras patologías, uno de los argumentos más poderosos para concienciar a la población.

De hecho, el 21% aprecia riesgo de desarrollar demencia (la hipoacusia es el mayor factor influyente) y el 28%, de terminar siendo dependiente. Sin embargo, también ha revelado que muchos encuestados consideran que tienen otros problemas más graves que la hipoacusia, si bien el 97% declara que la tecnología mejoró su calidad de vida.

Campañas de divulgación

Raúl García-Medina, audiólogo español afincado desde hace más de dos décadas en Londres y vicepresidente de la BSHAA, la Sociedad británica de audiólogos, ha puesto de relieve la utilidad de comparativas de datos entre países de Europa y también con los de otros continentes.

Hay preguntas para diseñar estrategias que sirvan a los profesionales a ofrecer soluciones, así como lanzar campañas divulgativas. Igualmente, esta información sirve a los fabricantes, resulta muy valiosa porque ven cómo el individuo con pérdida auditiva reacciona cuando utiliza los audífonos y qué uso hace de ellos, y comparan a escala internacional.

«Las asociaciones profesionales como la ANA o la BSHAA, en mi caso, utilizamos los datos con bastante frecuencia, cuando surgen preguntas de directivos o se trabaja en las campañas políticas para cambiar el apoyo de las administraciones a la población hipoacúsica», ha relatado García-Medina.

Para las empresas de distribución y cadenas de gabinetes, esta información sirve para concienciar de la importancia de tener que visitar los gabinetes auditivos y hacerse un estudio exhaustivo de la audición y qué repercusiones puede tener no hacerlo, por ejemplo, en redes sociales.

Y en el caso de los audiólogos individualmente, pueden utilizarlo como «libro de trucos» en la práctica diaria y conocer cuál es el comportamiento del uso diario de los audífonos y, para aquellos que no los han utilizado, saber las razones.

Acerca de la prevalencia, este audiólogo ha apuntado que el 11,3% en España coincide curiosamente con Japón, mientras en el Reino Unido es del 9%.

Audífonos subvencionados, menos satisfacción

Otro dato llamativo, a juicio de García-Medina, es que en los países donde los audífonos están subvencionados, el grado de satisfacción no es tan bueno, y cabría preguntarse si los valoran más los usuarios en otros países donde pagan de su bolsillo la rehabilitación auditiva. Serra ha apuntado al respecto la posible influencia de que los aparatos subvencionados son unos modelos concretos, no los de gama alta, y García-Medina ha corroborado que suelen ser unos cinco años más antiguos de los de última generación, por su experiencia con la cobertura gratuita en la Sanidad del Reino Unido. «Si el sistema público subvencionara los más modernos, seguramente no habría mercado privado en el Reino Unido», ha opinado.

A modo de balance global, García-Medina ha valorado la tendencia al incremento de la tasa de adaptación de audífonos en todos los países, algo positivo, si bien todavía son datos bajos, a su juicio. Otra tendencia, al menos en el Reino Unido, apunta al «consumismo» de la atención sanitaria audiológica, en una perspectiva más amplia como un servicio comercial más.

Finalmente, ha mencionado el aumento del uso de la teleaudiología durante la pandemia, fundamentalmente para el seguimiento de las adaptaciones a través de videoconferencias y para revisar la audición, más que para efectuar ajustes por control remoto, en el mercado británico, partiendo de que antes del coronavirus prácticamente no se utilizaba.

En respuesta a la pregunta de un asistente a la sesión sobre cómo abordar el estigma, Serra ha señalado que se debe hacer con información acerca de qué se está perdiendo la persona por no tratar su rehabilitación auditiva, a nivel personal y social, mientras que García-Medina ha opinado que resulta «penoso que exista ese problema, cuando las gafas hace años que no lo tienen».

J. L. Fernández