Sebastián Bernal: “En la audiología he sido un aventurero, bohemio, soñador y emprendedor”

Testigo de la evolución de la profesión desde sus inicios en España y entregado cuatro décadas al oficio, Sebastián Bernal se ha jubilado tras consumar el relevo a su hija María, especialista en Educación Especial y casos infantiles, además de audióloga. En esta entrevista para Audio infos, no ahorra críticas y reconoce sus propias frustraciones por no alcanzar algunas metas.

Publicado el 30 agosto 2021

Sebastián Bernal: “En la audiología he sido un aventurero, bohemio, soñador y emprendedor”

¿Qué recuerda de su etapa en la escuela de El Clot, en Barcelona, con los pioneros?

La recuerdo con nostalgia y con orgullo, con nostalgia porque después de 40 años no se han conseguido los objetivos para los que fueron creados los estudios de Audiología. Y con orgullo porque pertenecer a la 1ª promoción de Audioprotesístas Titulados de España ha supuesto pertenecer a la historia. Para mí supuso un gran esfuerzo al tener que compaginar estudios presenciales, con trabajo y distancia, pues yo vivía y trabajaba en Cádiz y tenía que asistir a clase en Barcelona. Cada 15 días viajaba en vuelo Jerez–Barcelona para las clases presenciales de Elección y Ajuste, Elaboración de Moldes y Electrónica. Las demás asignaturas me las convalidaron oficialmente. A mí obtener el título me costó esfuerzo, tiempo y dinero.

El primer día que asistí a clase observé que todos mis compañeros se conocían entre sí, pero yo no conocía a ninguno de los 31 alumnos de la primera promoción, entre ellos recuerdo a Carlos Torres, Joan Coma, Jesús Suárez, Josep Gou. Todos estaban vinculados a alguna empresa fabricante o distribuidora de audífonos excepto yo, que era autónomo e independiente.

Además de en El Clot, ¿cómo se formó?

Un día se me presentó un problema que no sabía cómo resolver. Llamé por teléfono, porque entonces no existía Facebook, a un “compañero” óptico con años de experiencia en adaptación de audífonos en demanda de ayuda. Una vez porque estaba con un cliente, otra vez porque estaba reunido, otra porque había salido… La realidad fue que nunca se dignó a ponerse al teléfono. A partir de esta vivencia, entendí que tenía que ser autodidacta y así comencé a formar poco a poco mi biblioteca, compuesta por unas 300 libros de audiología que han sido mi fuente de conocimientos.

Como anécdota, decir que pasados varios años, este “compañero” me llamó por teléfono interesándose por mi metodología de Compatibilización Acústica, le di la información que me solicitaba y le regalé mi libro. Jamás le recordé lo que él hizo conmigo.

¿En qué otros profesionales se ha mirado para mejorar su cualificación?

Tengo que decir que ha habido otros muchos compañeros en los que me he mirado y de los que he aprendido. Ellos fueron una gran ayuda: José Luis Blanco, Jesús Suarez, Ángel Sotelo, Enrique Salesa, Isabel Diges, Sylvester Feijoo, Alberto Sánchez Riesco, Franz Zenker, Isabel Olleta. En fin, y otros muchos que aunque no los nombro no me olvido. Aprendí mucho de ellos y de su generosidad, pero desgraciadamente no pude alcanzar sus status a nivel profesional. Desde aquí mi agradecimiento a todos ellos.

Pero también era un asiduo a cursos, jornadas y congresos.

Sí, eran otras fuentes de conocimientos. Yo asistía a los congresos para aprender y al final de cada ponencia siempre preguntaba sobre lo que no sabía o no entendía, suscitándose a veces interesantes debates. Debates que llegaron ser un referente. Recuerdo que en un congreso, el presentador -tras dar la bienvenida a los asistentes y agradecerles la asistencia- comentó: “Os comunico que Sebastián Bernal asiste al congreso”.

Y además de aprender, también se ha dedicado a enseñar.

Bueno, esa es otra historia, he sido profesor en el Ciclo de Audiología Protésica, después de casi 8 años impartiendo clase prescindieron de mis servicios aduciendo no estar capacitado para la enseñanza. En realidad, las causas fueron otras muy distintas que no vienen al caso. Lo curioso fue que posteriormente me llamaron para dar clases y formar a los profesores que oficialmente darían las clase en el Ciclo Formativo, es decir, que no estaba capacitado para dar clases a los alumnos, pero sí lo estaba para dar clases a los profesores. Obviamente, por dignidad profesional me negué.
Llevo con orgullo que la mayoría de mis alumnos están ejerciendo la audiología con éxito.

¿Cuáles han sido los principales hitos para la profesión? Como persona referente en el sector con varias décadas de perspectiva, qué progresos destacaría.

Entre los acontecimientos que han marcado la trayectoria profesional. destaco la instauración de los estudios. A nivel autonómico, me costó 20 años de insistencia y reiteración el conseguir que la Consejería de Educación autorizara la FP en Audiología en Andalucía. Esto sin lugar a dudas supuso un cambio sustancial en el panorama audiológico andaluz. En otro aspecto, un paso importante fue el uso del analizador y pruebas REM.

Un avance también significativo ha sido pasar de la compatibilización monoaural a la binaural, y de la binaural a la estereofónica. Otro suceso que supuso un cambio significativo en el modus operandi de los audiólogos fue pasar del “procesamiento lineal al procesamiento comprimido” y el paso de circuitos analógicos a circuitos digitales. A partir de aquí, los audiólogos técnicos no hemos sabido progresar de la mano y en la medida que ha progresado la audiología técnica.

Cuando la tecnología en los audifonos progresa a pasos agigantados, los audiólogos técnicos están anclados en las técnicas comerciales y de marketing, de ahí que los fabricantes opten por herramientas de autoajustes y teleajustes. Creo que en este sentido los audiólogos técnicos, lejos de progresar, hemos retrocedido en el desempeño de nuestras funciones.

Usted se lanzó a aventuras empresariales, como fabricar un dispositivo para el mantenimiento de los audífonos, ¿qué conclusiones extrae de esas experiencias?

En la audiología he sido un aventurero, bohemio, soñador y emprendedor. Aunque he sido calificado de contestatario y revolucionario. Patenté una caja deshumidificadora de audífonos “Audiotem”, y propuse a la Junta de Andalucía montar una fábrica en Cádiz, en un principio con un montante de 5-10 trabajadores, y no me hicieron ni puñetero caso. Una empresa alemana se interesó por el dispositivo, viajé a Alemania y entramos en negociaciones y me pidieron probar el producto antes de… Un año después me habían copiado el dispositivo y lo estaban comercializando con otro nombre.
A la Universidad de Málaga le propuse la creación de un audífono con un software de programación basado en mi metodología RPG i/o. El proyecto interesó a la Universidad y la Junta de Andalucía lo subvencionó. A pesar de ser al artífice y coordinador del proyecto, nunca percibí remuneración alguna y el proyecto no tuvo un buen fin a pesar de ser viable, según la tesis doctoral desarrollada al respecto ¿Qué fue lo que pasó? Nunca lo supe.

Siendo secretario de AEDA, en el año 2005 fui organizador del congreso, que trató de los “Aspectos Psicológicos de la Sordera”. Fue un congreso distinto e innovador, tal fue así que muchos no lo entendieron. En este congreso, además de ponencias científicas, hubo la actuación de una chirigota de Cádiz, que pudo mostrar cómo oyen los sordos las coplas de Carnaval y la dificultad que presentan para entender su doble intencionalidad e ironía. Hubo también un pase de modelos de audífonos que fueron decorados a mano por mí. Cundo los audífonos se comercializaban en color ortopédico, yo introduje el colorido y la desinhibición en la estética de los audífonos. Una empresa fabricante de implantes cocleares me copió la idea e hizo pegatinas de colores y dibujos para pegar en los implantes.
En fin, algunas cosas he hecho.

Su metodología prescriptiva RPG i/o, ¿ha sido un fracaso?

Como resultados, seguro que no. Con todos los pacientes con los que la he practicado (que han sido muchos desde 1993), he podido conocer con antelación, sin necesidad de dejar las prótesis en préstamo durante 30 días, el pronóstico de eficacia protésica, pronostico bueno o malo, pero fundamentado científicamente. Hay que tener presente que la validación subjetiva basada en la satisfacción puede tener un pronóstico desfavorable que en principio es desconocido a corto plazo y pasa inadvertido por el propio paciente, pero puede tener repercusiones negativas a largo plazo, no solo a nivel auditivo, sino también a nivel cognitivo, de aprendizaje, o de integración familiar, social y laboral.

En cuanto a su difusión, seguro que sí: en España, pocos han tenido interés en conocer la metodologia RPGi/o. Hay que tener presente que es una metodología difícil, que precisa conocimientos y razonamientos, no apta para obtener resultados accionando simplemente un botón.

¿Qué balance hace de la trayectoria de la Asociación Andaluza de Técnicos Superiores en Audiología Protésica (ATSAP), de la que fue fundador?

Siempre tuve claro que los audiólogos teníamos que ser autodependientes, que teníamos que estar dirigidos y gobernados por nosotros mismos si queríamos ser reconocidos y respetados por las administraciones públicas y por los estamentos afines a la audiología, con el fin de que se reconocieran nuestros derechos y obligaciones. Este fue el detonante de la AATSAP.

Es evidente que no he sabido transmitir esta inquietud a los audiólogos andaluces, que han preferido ser dirigidos y manipulados por otros profesionales que nada tienen que ver con la audiología. Algo totalmente respetable, pero desde mi punto de vista, justo es decir que esta ha sido la causa de que no hayamos alcanzado metas como la presencia de audiólogos en los hospitales, en los equipos de Orientación Educativa y Atención Temprana, en el cuadro de profesores de los Ciclos Formativos, en los equipos de Implantes Cocleares, etcétera. Todas estas metas, hace 10 años eran fácilmente alcanzables con al apoyo asociativo mayoritario de los audiólogos andaluces, ahora ya es más difícil, pues los puestos que no hemos ocupado por desidia, desinterés y dejadez han sido ocupados por otros con más sentido del corporativismo que nosotros.

La AATSAP me ha permitido trabajar libre y voluntariamente por y para la audiología andaluza y, aunque ha sido un trabajo silencioso, también ha sido muy arduo. Lástima que no se hayan alcanzado los objetivos deseados, pero bueno, es lo que los audiólogos andaluces han elegido. De cualquier forma, no hay que desfallecer, habrá que seguir.

-¿Qué novedades y estrategias de futuro augura al sector?

El futuro de la Protesicoaudiología yo lo tengo claro, las estrategias de autoajuste y teleajuste de los audífonos harán que la cadena fabricante-distribuidor-audiólogo-paciente se rompa y solo quedarán dos eslabones, a saber: fabricante y paciente. El fabricante venderá los audífonos directamente al usuario final (lo que está prohibido por ley) que él mismo se autoajustará o se lo teleajustará un teleoperador formado por la empresa.

Por otro lado, quedaran los audiólogos sin actividad comercial, que resolverán los problemas de audición y los problemas inducidos por los autoajustes y teleajustes.

-Cómo ha preparado el relevo generacional para dar continuidad a los servicios de audiología del apellido Bernal en Cádiz? Presente brevemente a su hija María.

Bueno, mi hija ha vivido la audiología desde pequeña. Ha crecido a mi lado y ha ido aprendiendo poco a poco. Estudió Magisterio en la especialidad de Educación Especial y conmigo aprendió todo lo relacionado con la audiología infantil haciéndose una experta en el estudio, diagnostico, rehabilitación y tratamiento.

Posteriormente, estudió Audiología Protésica y, como dato anecdótico, siendo alumna, muchos de los conocimientos en la materia de Audiología Infantil fueron impartidos por ella. Además de maestra de Educación Especial, es audióloga técnica, experta en Audiología y máster en Atención Temprana. Por mi parte, le he inculcado una serie de valores como la deontología en el cumplimiento de sus deberes y principios, el respeto, la honestidad y la ética. Ella ha aprendido que la hipoacusia no es un comercio y que el hipoacúsico no es un consumidor.

María, sin lugar a dudas me ha superado con creces en conocimientos y en prácticas de moralidad. El apellido Bernal en Cádiz tiene una digna sucesora.

Pero Sebastián Bernal no se ha retirado por completo, ¿qué está haciendo ahora, cuáles son sus proyectos?

Material y físicamente sí que me he retirado del ejercicio de la profesión, pero sigo activo practicando tareas ligadas a la audiología. Acabo de terminar y de publicar dos libros “La otoscopia aplicada a la audioprótesis” es un manual dirigido a los alumnos de Audiología Protésica. El objetivo de este trabajo es ofrecer una herramienta para que los alumnos estudiantes de Audiología Protésica puedan reconocer con más facilidad los elementos y estructuras visualizados mediante la otoscopia. En cuanto a “Ajustes electro/acústicos y acústico/automáticos de las prótesis auditivas. Resolviendo problemas”, es una obra que pretende ayudar al audiólogo a reflexionar sobre los problemas que presenta el hipoacúsico y así manejar los controles electro/acústicos y acústico/automáticos de forma coherente para que los audífonos funcionen correctamente conforme a las características físico-acústicas de la pérdida auditiva.

Ahora estoy poniendo en orden y depurando mis apuntes, y le estoy dedicando algo más de tiempo a la asociación. Por otro lado, he comenzado una novela, ambientada en Cádiz, que trata del drama de unos padres a los que le anuncian el nacimiento de un niño sordo que finalmente no lo es. La novela hace un recorrido sobre la vicisitudes que rodean al niño supuestamente sordo, entre ellas la dicotomía, el mercado de audífonos e implantes cocleares, las carencias educativas de los audiólogos, la inhibición de las instituciones, etcétera. Dejo en el aire el final de la novela, de momento que cada uno imagine qué ocurre con ese niño.

Pero el proyecto más satisfactorio de mi jubilación ha sido “transformarme en niño”, ahora tengo tiempo para jugar, reír, pasear y disfrutar con mi nieto, un placer inenarrable e inexplicable

José Luis Fernández