¿Qué ofrecerá la tecnología de los audífonos en el futuro?

Con cada lanzamiento de audífonos, aparece una nueva función o modo de tratamiento de la señal sonora, presentados como lo mejor por su fabricante. Más allá de los avances puntuales y específicos de cada marca, ¿qué se puede esperar en los años venideros de la evolución tecnológica de estos dispositivos para la audición? En la última edición del congreso AAA en Estados Unidos, algunos expertos aportaron claves de lo que cabe esperar.

Publicado el 27 diciembre 2021

¿Qué ofrecerá la tecnología de los audífonos en el futuro?

En el transcurso de esta edición 2021 de la AAA, Hans-Christian Drechsler, audiólogo senior de GN Hearing en Dinamarca, y Achin Bhowmik, director de Tecnología de Starkey, explicaron lo que -a su juicio- la tecnología podría hacer realmente por los audífonos en el futuro. El primero comenzó recordando a los asistentes que los audífonos ya forman parte de los objetos tecnológicos por derecho propio, y que ahora incluso están integrados en el Internet de las Cosas (IoT). “De hecho, se conectan a los teléfonos, a los accesorios, incluso funcionan en la nube”, dijo.

Continuó señalando que los chips integrados en los audífonos han hecho grandes progresos. “El procesador utilizado en los audífonos ReSound de GN Hearing, que pesa 0,2 g, podría realizar los cálculos necesarios para el programa Apolo 11, que envió a los primeros hombres a la Luna en 1969. Y solo utilizaría el 4% de su potencia de cálculo”, explicó, como comparación.

¿Para qué se usará la potencia del procesador?

En la actualidad, esta nueva potencia de procesador se utiliza principalmente para añadir funciones inteligentes a los audífonos, pero también para mejorar el procesamiento de la señal, ya que es lo que piden los pacientes, según el audiólogo. Entre junio y diciembre de 2017, Forsa Smart Hearing realizó una encuesta a 603 usuarios de audífonos para conocer sus expectativas sobre la tecnología. El 57% respondió que compraría un audífono que ofreciera funciones inteligentes como la transmisión de televisión, de audio desde una aplicación móvil, una aplicación para controlar el propio audífono y soluciones de ajuste a distancia. El 28% de los encuestados dijo que, además de estas características inteligentes, les gustaría que los aparatos ofrecieran el máximo rendimiento de sonido. Solo el 9% de los usuarios de audífonos no deseaba ninguna mejora o nueva función.

De ahí se deduce que la población con pérdida auditiva está muy interesada en el aspecto de la alta tecnología de los audífonos. Sin embargo, Hans-Christian Drechsler hizo hincapié en que el audiólogo debe tender un puente entre la tecnología y el usuario, asegurándose de que este dispone de la tecnología adecuada para sus necesidades.

Conseguir un sonido natural

Pero este directivo explicó que no solo era importante la potencia del chip, sino también la elección de los algoritmos para procesar el sonido. Para él, la verdadera pregunta sigue siendo: “¿Pueden los algoritmos predecir la variedad de situaciones acústicas que encontrará el usuario, así como las preferencias y necesidades personales de cada individuo, para lograr el sonido más natural posible?

El principal reto de la industria actual es elaborar estrategias con algoritmos para que sus audífonos puedan diferenciar entre el habla o el sonido que el usuario quiere oír y el que no, y de dónde procede.

Para vigilar la salud

En cambio, en Starkey tiene un análisis diferente. ”Imagínese lo que podríamos hacer si pudiéramos recoger información sobre la presión arterial, la frecuencia cardíaca, la temperatura y la oxigenación de la sangre desde el oído“, dijo Brandon Sawalich, CEO de Starkey Worldwide. ”Eso es lo que Starkey tiene en su hoja de ruta“, subrayó, señalando que se basan en gran medida en la inteligencia artificial para hacerlo. ”Estamos hablando de oír mejor y vivir mejor“, concluyó.

”Nuestro papel es aportar la mejor experiencia de sonido y conectividad inalámbrica, pero no se queda ahí“, apuntó Achin Bhowmik, director de tecnología de Starkey y antiguo ejecutivo de Intel. De hecho, la última gama de Starkey, el Livio Edge AI, cuenta con un novedoso sistema de pulsación en el dispositivo diseñado para iniciar el análisis del entorno sonoro y así adaptarse a él cuando el usuario no está satisfecho.

Dave Fabry, director de Innovación de Starkey, explicó a su vez que, aunque este fabricante no había previsto la aparición de las mascarillas, los intrauriculares de esta gama se adaptaban especialmente bien a la situación. En primer lugar, no sufren las marcas de irritación por los elásticos detrás de las orejas y, en segundo lugar, este sistema de ajuste de doble toque ha resultado ser más útil de lo esperado. Porque aunque las mascarillas reducen algunos sonidos agudos, también provocan un efecto de eco y aumentan otros sonidos agudos, lo que requiere un ajuste adicional, sobre todo porque no todos los modelos de mascarillas tienen el mismo efecto sobre el sonido.

El jefe de Innovación del productor estadounidense señaló además que la opción ’Find my phone’ “también era una novedad en el sector de los audífonos. En la práctica, basta con tocar el audífono y preguntar ’¿dónde está mi teléfono?’ para que el aparato emita un sonido grave que le ayude a uno a encontrarlo. Esto es una verdadera ventaja para cualquiera que pase tiempo al teléfono“.

La potencia de los procesadores al servicio de la dirección del sonido

Aunque actualmente los micrófonos son direccionales hacia adelante, este sistema ha alcanzado sus límites para la audición en las conversaciones, según Hans-Christian Drechsler, audiólogo senior de GN Hearing. Efectivamente, según un estudio realizado en 2011, el sonido interesante estaba de cara a la persona solo en el 68% de los casos. Así, para la marca danesa, que ha lanzado su última gama de audífonos con un micrófono situado en el interior del conducto auditivo, es necesario utilizar una estrategia más natural para determinar el origen del sonido, con varios modos y autofoco. Esta multiplicación de micrófonos solo será posible a medida que los microprocesadores sean más potentes.

Corinne Couté (trad. J. L. F.)