El mito de los conos o cucuruchos de oído para limpiar el cerumen

Un remedio casero para limpiar el cerumen o incluso acabar con el dolor son los denominados conos o cucuruchos de oído, que se encienden con fuego y resultan peligrosos, tal como advierten varios expertos, mientras se siguen ofertando en Internet.

Publicado el 18 septiembre 2019

El mito de los conos o cucuruchos de oído para limpiar el cerumen

No por ser conocidos y repetirse de generación en generación, estos consejos dejan de entrañar riesgos, para empezar, por acercar una fuente de calor al oído, el cabello y la cara, pero a la vista está que se siguen utilizando por algunos, puesto que están disponibles para su compra en diferentes páginas web, estos cucuruchos de oído de papel.

“Frecuentemente se menciona en la cultura popular y en algunos diarios el uso de cucuruchos de papel para quitar cerumen del oído, para tratar el tinnitus o zumbido, las otitis, el vértigo y el dolor de oídos. Algunos afirman que sirve incluso para la rinitis, pero ¿es realmente efectivo?” Así expone esta tendencia o moda el Dr. Nicolás Pons Casanueva, de la Sociedad Chilena de Otorrinolaringología.

Lo considera “una pregunta importante”, ya que se ha llegado a ofrecer en barberías (link http://www.estrellavalpo.cl/impresa/2018/10/05/full/cuerpo-principal/8/). La técnica no ha variado mucho en el tiempo y consiste en un cucurucho de papel o tela con cera de abeja o parafina que se introduce en el oído y se le prende fuego al extremo más alejado, lo que permitiría sacar la suciedad, explica este especialista médico.

“La forma en que supuestamente funciona es variable: la explicación más simple supone que la miel de abeja y su humo permiten sacar la suciedad. Indagando un poco más sus defensores afirman que el fuego hace una pequeña succión que permite extraer el cerumen, mientras que otros dicen que la temperatura generada derrite el cerumen el cual sale en los días siguientes. La experiencia se completa al abrir el cono de papel y mirar en su interior donde estaría el contenido sacado del oído”, describe.

No obstante, este experto chileno lanza a la opinión pública su reflexión sobre si es realmente útil: se ha estudiado la capacidad que tiene de generar succión y se vio que no es real. Al mismo tiempo la temperatura generada por el cono en el oído es menor que la temperatura del cuerpo, por lo que es imposible que derrita el cerumen. Además, las impurezas vistas en el interior del cucurucho se ven incluso cuando no se han puesto en un oído y consisten en una mezcla de cera y papel quemado, el cual en ocasiones cae al oído que tiene el cucurucho puesto.

Incluso perforaciones de tímpano

Más bien al contrario, Pons Casanova alerta de que se han dado casos en los que personas que lo han utilizado han presentado tapones de cera y perforaciones del tímpano con pérdida de audición e incluso quemaduras de la cara y cuerpo con este procedimiento

“En definitiva, en el mejor de los casos los cucuruchos son un método inútil, mientras que en el peor pueden generar complicaciones graves”, por lo que este ORL desaconseja su uso y conmina a acudir a un profesional verdaderamente calificado para evaluar cualquier problema de audición.

En parecidos términos se pronuncia el Dr. Juan Royo, jefe ORL del Hospital Clínico de Zaragoza, en un foro del blog Viviendo el sonido (GAES): “Parece que se han puesto de moda. Desde hace tiempo, y cada vez en más páginas, se venden por Internet conos para limpiar el cerumen de los oídos. Es un método casero muy antiguo, que en ocasiones puede resultar efectivo, pero que tiene el evidente riesgo de poner una llama demasiado cerca del oído, la cara y el pelo del paciente. Yo no me atrevería a recomendarlo. Hay otros métodos más efectivos y menos peligrosos, aunque no sean tan antiguos”.

Asimismo, alerta de otros peores. “Incluso más peligroso puede resultar la utilización de otros dispositivos que también se ofrecen por Internet. Me refiero a las llamadas curetas o earpicks, de acero inoxidable, que se usan introduciéndolas en el conducto auditivo “a ciegas”, para extraer el cerumen. La introducción de estos instrumentos pueden ocasionar lesiones en la piel del conducto auditivo o incluso perforación del tímpano”, revela.

J. L. F.