Formación a distancia para el título oficial en España, ¿amenaza en Francia?

Desde hace dos años, varios centros educativos «preparatorios» oficiales en Francia (equivalentes a Ciclos Formativos de FP de Grado Superior en España), que preparan para el concurso público de las escuelas de audioprotesistas, ofrecen cursos en partenariado con escuelas a este lado de los Pirineos. De estas carreras salen muchos titulados extra en el país vecino que ponen en peligro el númerus clausus francés, con una formación fuera de control. ¿Representa este fenómeno un riesgo para la profesión?

Publicado el 04 enero 2021

Formación a distancia para el título oficial en España, ¿amenaza en Francia?

Los programas de formación españoles para profesionales de la audición tienen cada vez más éxito. Se habla hoy de que hay entre 100 y 150 estudiantes matriculados por esta vía, mientras que el numerus clausus impone un cupo de unos 300 estudiantes formados en audioprótesis por año en Francia.

Una vez obtenido el diploma español, estos estudiantes solicitan autorizaciones para ejercer en Francia, que obtienen después de seis a nueve meses de prácticas. ¿Cómo se lleva a cabo el plan de estudios de estos estudiantes? ¿Hay que inquietarse porque se eluda el numerus clausus o por la menor calidad de estos cursos de formación?

Al final de los dos años de formación en un centro español, ya sea in situ o a distancia, los estudiantes obtienen un título de «técnico superior en Audiología Protésica» de un nivel correspondiente a un BTS en Francia, donde las escuelas de audioprótesis forman en el oficio en tres años. Por lo tanto, existe una «brecha» de un año, que es lo que denuncian el Colegio Nacional de Audioprótesis (CNA) y la Fnéa (Federación Nacional de Estudiantes de Audioprotesis). Y el problema es especialmente grave porque estas entidades francesas ofrecen fórmulas a distancia que ya no requieren desplazarse a España.

En efecto, durante mucho tiempo, los candidatos a estos cursos de formación en las escuelas españolas solían instalarse en Madrid para seguir las clases y trabajos prácticos in situ. Pero en septiembre de 2018, la antigua escuela preparatoria Progress Santé, con sede en París, comenzó a ofrecer apoyo de aprendizaje a distancia para el curso de español de la Universidad Europea de Madrid, bautizado como «AudioPro». Un año más tarde, Diploma, otra antigua escuela preparatoria, abrió un curso de formación en colaboración con la escuela privada española Lyceum Formación. Objetivo: preparar para el diploma español de audiólogo protésico de forma intensiva, en menos de dos años (de 14 a 18 meses), siguiendo los cursos a distancia, mediante el envío de documentos PowerPoint o clases en vídeo y unos días en Madrid para las prácticas. Como complemento, tanto Progress Santé como Diploma ofrecen clases de apoyo en París, durante el día, nocturnos o los fines de semana. El desembolso total está entre 12.000 y 14.000 euros.

Para Dylan Giran, presidente de la Fnéa, «estos cursos a distancia no tienen en absoluto el valor de la formación presencial en Madrid. Cursos de e-learning con unas pocas horas de apoyo, eso no tiene nada que ver. Sin embargo, esta formación es cara. No culpamos a los estudiantes que eligen estos cursos, sino a los organizadores, ya que estos sistemas hacen una selección por dinero». La Fnéa sigue pidiendo el cierre de estas estructuras, donde, según estima, se matriculan un centenar de estudiantes.

De 30 a 42 semanas de prácticas para compensar

Una vez obtenido el título español, es casi seguro que los estudiantes franceses consiguen su autorización para ejercer en su país, a condición de que se cumplan las medidas compensatorias, a saber, prácticas en ORL, geriatría y en un gabinete auditivo.

Como presidente de la CNA, François Le Her participa en el 70% de las comisiones que expiden estas licencias en las direcciones regionales de Juventud, Deportes y Cohesión Social (DRJSCS), junto con Benoît Roy, director general de Audilab. El «tercio» que falta en la formación española -si se compara su duración con la formación francesa- se supone que está compensado por las 42 semanas de prácticas solicitadas por el DRJSCS en el marco de las medidas compensatorias, es decir, más de nueve meses. Esta duración es el resultado de la jurisprudencia incluida en el expediente del AUDE, que enumera todas las autorizaciones para ejercer.

«Tuve una estudiante en prácticas en mi centro auditivo que se formó en modalidad presencial en Madrid y no a distancia: tenía lagunas, pero las subsanó con las prácticas y con las medidas compensatorias», atestigua el propio François Le Her. Pero el presidente de la NAC lamenta que los jefes de servicio hospitalario no estén al corriente de estas diferencias de formación entre Francia y España: «Vamos a escribir a todos los supervisores de prácticas hospitalarias para recordarles esta situación».

Sin embargo, la jurisprudencia de las 42 semanas no se aplica en todas partes. Para la Fnéa, «las medidas compensatorias varían de una región a otra», señala su presidente, Dylan Giran. «A menudo oímos hablar de seis meses». Unos datos imposibles de verificar hasta la fecha. «Seis meses, parece corto. Además, también hay que cuestionar las prácticas en los centros auditivos, que a veces son de conveniencia, llevadas a cabo en el gabinete del futuro empleador, que promete un trabajo», añade Dylan Giran.

¿Un trampolín de contratación laboral para cadenas ópticas?

Algunas cadenas ópticas se aficionan a estos cursos de capacitación y pagan a sus empleados por sus córners de audiología dentro de su centro óptico, o incluso a los estudiantes para cubrir los puestos vacantes. Y varias marcas puras de audiología también utilizan esta carrera. En efecto, la opción de aprendizaje a distancia permite seguir trabajando mientras se prepara para la reconversión.

Preguntados por Audio infos, en la cadena Optical Center responden que «no dan entrevistas a la prensa profesional y prefieren permanecer discretos». En Afflelou, indican: «Solo contratamos a profesionales de la audición formados en Francia; como Alain Afflelou es también audiólogo, quiere que la formación sea de alta calidad», asegura su responsable de comunicación. «De hecho, tenemos dificultades para contratar a suficientes profesionales de la audición». Si así fuera, Afflelou sería la excepción porque, según los testimonios recogidos para este reportaje, muchas marcas, ya sean sucursales, franquicias, miembros de grupos o incluso independientes, ya han recurrido a estos empleados formados en el método español.

Una prueba de su éxito en términos de número de estudiantes es que hay exceso de solicitudes de prácticas de estos aspirantes en España. Philippe Metzger, miembro del consejo de administración del Sindicato de Audioprotesistas (SDA), que ejerce en París, dice que se enfrenta a una afluencia disparada: «¡Recibo dos o tres solicitudes de prácticas al día! Comienzan sus prácticas durante los dos años de estudio, anticipando las autorizaciones para ejercer. Podemos esperar una oleada de estos diplomas españoles». Es la sombría conclusión de Metzger: «Esta carrera de estudios en paralelo formará a miles de audioprotesistas con el riesgo e que prescriban adaptaciones de audífonos inadecuadas, lo que podría costar caro al sistema de la Seguridad Social…»

Una sólida formación, según las «preparatorias» francesas y sus estudiantes

Un discurso firmemente refutado por Progress Santé y Diploma. «La organización de la enseñanza es diferente», alega Dorian Hamou, director del Diploma. «En Francia, se mezcla la teoría y la práctica, las clases y las prácticas, desde el primer año; en España, toda la parte teórica se ve durante el primer curso, de forma intensiva. A continuación, los estudiantes hacen tres meses de prácticas y tienen que presentar una tesis; obtienen su título español y luego pasan a la comisión para la autorización de ejercer. Del 70% al 80% de nuestros alumnos han probado primero en las escuelas francesas, sin éxito. Con Diploma, las clases se traducen al francés, además, se hace un seguimiento y trabajos prácticos».

Este centro, que hasta ahora acogía a estudiantes en París, ha abierto una delegación en Marsella el pasado mes de septiembre. «Pero mantenemos el mismo cupo, simplemente repartimos los efectivos entre París y Marsella», indica Dorian Hamou, aunque rehúsa divulgar el número de matrículados.

Por su parte, el director de Progress Santé, Didier Sitbon, estima que «la formación teórica en España es más larga: 1.600 horas de clases, frente a las 800 de Francia. Y si los alumnos realizan las medidas compensatorias, equivale a lo mismo». De los 27 estudiantes matriculados en la primera promoción de AudioPro, 23 pasaron al segundo año. La edad media es de 40 años. Después de AudioPro, este año la escuela lanza «AudioSup», para estudiantes que se quieren reciclar tras probar en Medicina o en escuelas de Audiología. «Los cursos de apoyo (cuatro medias jornadas) se desarrollan entre semana y no los domingos. Y cada siete semanas, estos estudiantes pasarán un día y medio en Madrid para hacer prácticas», explica Didier Sitbon. La promoción de 2020 en AudioPro cuenta con una treintena de estudiantes, y una decena en AudioSup.

Más allá de la cuestión de la calidad de la formación, la dimensión alcanzada por estos cursos pone en tela de juicio, a pesar de todo, el funcionamiento francés del numerus clausus para los audioprotesistas. El Consejo de Estado podría ponerles fin si se expanden.

Jordi Serra, presidente de la Asociación Nacional de Audioprotesistas ANA
«Debe estar bien dimensionado el número de puestos de audioprotesista»

¿Qué opina de la fórmula de formación a distancia para los contenidos teóricos y fines de semana esporádicos para las prácticas?
En España, como en Francia, están autorizadas las formaciones semipresenciales y a distancia en los Ciclos Formativos de Grado Superior, así como los Grados Universitarios.
Lo que nos preocupa de los CFGS de Audiología Protésica es que se puedan impartir en modalidades completamente a distancia o con modalidades semipresenciales, con bajas dedicaciones de horas a los aprendizajes procedimentales presenciales.
También nos resulta preocupante que el Ministerio de Educación permita que profesiones sanitarias, como la de un audioprotesista, no tenga garantizadas las competencias mínimas, y además dependa de la regulación de los gobiernos autonómicos, así como de la voluntad y compromiso profesional de cada escuela.

¿Debería aplicarse el númerus clausus en España como se hace en Francia?
Estamos de acuerdo en que se dimensionen adecuadamente las plazas ofertadas por parte de las escuelas. Esto obligaría a que fabricantes, distribuidores, empresas y ANA, junto al Ministerio de Educación, dimensionasen las necesidades a 5 años vista. Y así se permitiría que las plazas educativas y las escuelas habilitadas tuviesen los recursos adecuados y se les exigiesen estrictos criterios de calidad en la formación.
A diferencia de lo que ocurre en Francia, creo que España está muy lejos de una propuesta regulatoria de estas características, puesto que el planteamiento de las autoridades educativas tiene una orientación muy poco intervencionista en la ordenación de las plazas escolares educativas acorde a las necesidades de un sector profesional.

En el país vecino hay debate por varios proyectos de nuevas escuelas. ¿Qué dirían a sus colegas galos sobre la experiencia aquí, donde hay casi medio centenar?
Si me permiten el atrevimiento, a mis colegas franceses les propondría que mantengan limitado el número de escuelas que impartan estudios oficiales, puesto que, con demasiados centros es imposible controlar la calidad formativa de las mismas, tanto por la cantidad, como por las necesidades de equipos docentes con alta competencia profesional y educativa.
Más que abrir escuelas oficiales en exceso, debe estar bien dimensionado el número de puestos de trabajo de audioprotesista que necesitan ser cubiertos en el sector profesional. Esto debe ser un acuerdo sectorial, puesto que si no está bien dimensionado, las empresas francesas buscarán la formación de titulados audioprotesistas a través de formaciones on-line ofrecidas por otros países.

N. Da Cruz (trad. y adaptación J. L. F.)