¿De qué hablarán todos en el sector de la audición... en 2031?

En consonancia con el tema del Viernes del Futuro del congreso EUHA, nuestro portal en inglés Audiology-Worldnews también decidió lanzar una mirada crítica hacia el futuro, y hacia un momento concreto: una década después de este año de resaca de incertidumbre y una especie de ajuste de cuentas que el Covid desencadenó tan abruptamente en 2020. A continuación, una selección de profesionales y protagonistas de diferentes ámbitos y países aportan sus puntos de vista y predicciones sobre la atención a la salud auditiva en el año 2031. (Continuará)

Publicado el 08 diciembre 2021

¿De qué hablarán todos en el sector de la audición… en 2031?

Tal vez sea una tontería anticipar un largo coro de “gemidos” o quejas de los expertos en audiología a quienes se les pidieron sus previsiones para 2031. Después de todo, es de esperar que las personas que se pasan la vida trabajando con tanto ahínco en mejoras específicas para el futuro disfruten pensando en el panorama general que nos espera a todos. Pero ciertamente, lo han hecho.

La muestra adecuada de visionarios

Era importante encontrar un conjunto internacional de opinadores que respondieran a la pregunta: ¿de qué hablarán todos los profesionales de la salud auditiva en 2031? Pero también era importante encontrar figuras que no se limitaran a situar el futuro sobre un marco diseñado por sus propios proyectos y productos empresariales. Como conocedores del sector, algunos de los editores de nuestro grupo de publicaciones en papel y en Internet ayudaron en esta selección.

Las visiones que reunimos, a partir de una muestra suficiente (15) para ofrecer un cierto equilibrio de opiniones y referencias, suscitan muchas cuestiones clave, algunas tan relevantes para el presente como para el futuro. Y Stefan Zimmer, de la asociación de fabricantes europea EHIMA, tiene razón al recordar en su pronóstico que cuando el futuro llega, su forma anunciada tiene invariablemente el look cambiado. Y lo que es más lamentable, el cálculo de las expectativas puede amplificar las esperanzas más allá de toda perspectiva, y dar lugar a errores de cálculo salvajes, no solo de lo que podría venir, sino de lo que ya está aquí para formar la base de cualquier previsión. Así que, gracias a todos por sus reflexiones y su intrepidez.

¿Qué puede aportar realmente la tecnología?

No es de extrañar que la tecnología, y sus resultados esperados, dominen las predicciones. El abanico es intrigante y agradable, pero se basa en los desarrollos actuales y no en un “artilugiable”, por llamarlo así, un aparato imaginario y futurista que podría crear el “Inspector Gadget” a partir de los hearables actuales.

El desplazamiento de la audiología hacia otras áreas de la salud se plantea sobre todo en función de los avances tecnológicos que permitan que los dispositivos auditivos dominen con tanto éxito el control de las vidas de las personas en 2031 que sean demasiado útiles para prescindir de ellos. El papel de la inteligencia artificial es, por supuesto, crucial para este 2031 basado en la tecnología, mientras que algunos expertos, comprensiblemente, lo ven ligado a la eventual fusión del audífono y el teléfono móvil en un solo dispositivo.

Personalización, pero el sueño de una medicina que cure la hipoacusia aún no se ve real

En las entregas que iremos publicando en los próximos números de nuestra revista -arrancamos en España con José Luis Blanco y José Luis Fernández– encontrará muchas predicciones sobre los resultados de la investigación y la I+D, pero nadie se ha atrevido a sugerir si en diez años existirá realmente un medicamento para curar o prevenir la pérdida de audición, aunque estaremos más cerca. Hay que esperar y ver.

Lo que sí está en la mente de varios colaboradores es cómo los avances darán paso al paciente, ciertamente en términos de atención centrada en la persona y personalización absoluta.
Entonces, si se va a mirar más al paciente, ¿qué pasará con quienes le hacen el examen? Según estos oráculos, el alcance del profesional de la audición podría ampliarse hasta traspasar las fronteras con otras áreas de la salud a través de cambios energéticos en la infraestructura o la formación, o bien reducirse hasta convertirse en un folleto explicativo andante para el dispositivo autoadaptativo.

En otras palabras, ¿la tecnología llegará a ser tan buena que transformará las competencias o reducirá su valor? ¿Significará esto una existencia menos independiente para los profesionales de la audiología, o simplemente un salario mensual y una cesta de Navidad de la empresa cada año, de esos fabricantes que les dan empleo a todos?

Covid

Inevitablemente, para una pregunta formulada en 2021, la influencia dentro de diez años de nuestros nuevos compañeros virales no la han pasado por alto ni mucho menos los consultados, y a la pandemia se le atribuye el mérito de haber iniciado diez años de cambio en el mundo, de haber preparado a la industria y a la audiología para los beneficios de la formación, y de haber convertido la atención a distancia en una habilidad cotidiana consumada. Pero, en 2021, ¿podremos realmente atribuir el descenso del ruido ambiental a nuestra experiencia Covid de momentos y espacios más tranquilos?

Conciencia

Sin duda, se prevé que tanto el público en general como la profesión y el sector de la audición aumenten sus conocimientos y su concienciación en muchas direcciones. Es significativo que, en 2031, el Informe Mundial sobre la Audición de la Organización Mundial de la Salud (OMS) cumplirá diez años. Algunos expertos creen que tendrá un gran impacto.

Control de la realidad

No cabe duda de que las siguientes predicciones hacen pesar el sesgo de la “videncia” (sic) hasta el final ponderada por las mejoras tecnológicas, y aparece un futuro en el que todo el mundo -no solo los que tienen una discapacidad auditiva- llevarán algún tipo de audífono solo para no perder comba o tener una ventaja sobre otras personas dotadas adecuadamente de una “superaudición”. Es una visión que necesita una contrapartida, proporcionada por el recordatorio de David Welbourn (BSHAA) de pensar en qué tipo de sociedad podría ser necesaria para que todos estos milagros tecnológicos beneficien a algo más que a unos pocos privilegiados. Siga leyendo en la siguiente página y también en los próximos números de la revista, las predicciones de los especialistas consultados, por entregas.

El rápido e interactivo panorama de los audífonos conectados al 6G

José Luis Blanco, Jefe de Audiología de Oticon España

No es una pregunta fácil porque no tenemos ni idea del futuro y, como hemos visto en los últimos tiempos, la tecnología avanza tan rápido que saber de qué hablaremos dentro de diez años es aún más complejo.
Creo que los audífonos y los sistemas de comunicación se fusionarán mucho más y hablaremos de “hearables”, una mezcla de audífonos y auriculares, o incluso de teléfonos móviles integrados. La difusión del 5G, quizá del 6G, o de lo que venga, acelerará la interacción en las comunicaciones, y los dispositivos de control remoto y el audífono formarán parte de este nuevo entorno. Puede depender de la marcha de la IA (Inteligencia Artificial), pero es posible que se incorpore algún tipo de técnicas de realidad aumentada para una mejor comprensión en entornos muy ruidosos, traducción simultánea, etc.

Los otros grandes temas de conversación serán: la aparición de nuevas técnicas de estudio audiológico relacionadas con la percepción a nivel cerebral; la activación de los sistemas cognitivos; la medición clínica del funcionamiento del sistema nervioso auditivo, lo que nos permitirá conocer aún mejor no solo el funcionamiento del sistema, sino también los problemas causados por la hipoacusia; y el efecto de los audífonos y otros métodos de rehabilitación sobre la corteza auditiva. Seguro que me equivoco en todo.

 

El poder de la tecnología del teléfono móvil

José Luis Fernández, redactor jefe de Audio infos España

A pesar de que el plazo de tiempo es muy amplio y podrían cambiar muchas otras cosas en las rutinas cotidianas de la gente, me parece que el teléfono móvil puede jugar un papel protagonista también en el ámbito de la audiología, como en tantos otros. La tendencia de los últimos años a que este dispositivo de comunicación integre a otros accesorios y herramientas útiles en nuestra vida se mantendrá y me atrevería a augurar que el audífono -o una versión básica de este aparato- puede llegar a formar parte del teléfono, ofrecerse como un extra más, en ciertos modelos de gama alta. Está claro que siempre hará falta un apoyo que se coloque en la oreja, para hacer llegar la señal sonora al oído, pero puede que cada vez sea más minúsculo porque más funciones estén ubicadas en el teléfono, gracias a la tecnología inalámbrica para la transmisión de datos.

Es más, posiblemente los gigantes de la telefonía móvil (Samsung, Apple, Xioami…) ae acerquen al sector de la audiología atraídos por el envejecimiento de la población y la mayor proporción de personas con presbiacusia. No sé si llegaran a absorber a algunos fabricantes de audífonos o alcanzarán acuerdos de colaboración para compartir la producción.

De todas formas, el papel del audiólogo como profesional que asiste al usuario de esta tecnología siempre se mantendrá, porque por muchos automatismos que ofrezcan las nuevas generaciones de audífonos, la dificultad de muchos casos individuales y distintos a la mayoría hace imprescindible este apoyo del especialista. El aprovechamiento de estas ayudas auditivas siempre será “a la carta”, personalizado para cada individuo, y eso no lo puede ajustar alguien que simplemente se compre en Internet unos audífonos y vea un vídeo tutorial en YouTube. La incógnita está en saber si el audiólogo tendrá un estatus de autónomo independiente o cada vez más quedará integrado en la estructura de un fabricante, su proveedor.

Peter Wix (trad. J. L. F.)