¿De qué hablarán todos en el sector de la audición... en 2031? (2ª parte)

Varios de los especialistas consultados para este reportaje, que difundimos en tres entregas en nuestra revista impresa Audio infos, coinciden en que los audífonos se van incorporar a las rutinas de la mayoría de la población con el paso de los años, dentro de una concepción más amplia de la calidad de vida que se mide con una buena salud, en general y de todo el organismo, que depende de paliar los efectos de la presbiacusia.

Además, esta naturalidad en el uso de estos dispositivos -como desde hace tiempo ocurre con las gafas– va a diluir ya por completo el estigma y debería reforzar y dar valor a la figura del profesional, según apunta alguna de las expertas en su predicción.

Igualmente, se aprecia en estas conjeturas que el cuidado del cerebro se perfila como un “aliado” para el sector por la idea cada vez más arraigada en la sociedad de que preservar una audición en buen estado con el paso de las años contribuye a tener la mente en forma, porque las neuronas necesitan estimulación sonora, tal como han evidenciado numerosos estudios científicos. La diferencia estriba en que en 2031 eso estará asumido por la mayoría.

¿Una sociedad dividida?

Aunque no todo se reduce a la autocomplacencia y los buenos presagios para el futuro, en esta ronda también hay quien alerta de la posible división social y la injusticia en el acceso a la rehabilitación auditiva, si no se corrigen ciertos condicionantes, en especial, la relación individuo-Estado.

En resumen, unas hipótesis que invitan a la reflexión para empezar a trabajar desde hoy en el progreso de la profesión para el mañana.

La solución auditiva instantánea y total

Profesora Helen Cullington, presidenta del Grupo Británico de Implantes Cocleares, docente en la Universidad de Southampton, Reino Unido

Creo que los audífonos y la realidad aumentada se convertirán en una rutina (“el oído es la nueva muñeca”), y habrá una especie de continuidad indistinta de la capacidad auditiva, es decir, no habrá distinción entre quienes tienen pérdida de audición y quienes poseen una audición normal.  Los audífonos se adaptarán sin problemas para amplificar algunas frecuencias si es necesario, y cambiarán intuitivamente con el tiempo, a medida que la audición cambie a lo largo de la vida. Esto significará que en el momento en que la audición de alguien esté por debajo de lo normal, le proporcionarán algún tipo de restauración de la información.

¿Por qué íbamos a dejar que el cerebro pasara un día sin acceso completo a todas las frecuencias de los sonidos? Si algo en mi casa no funciona bien, lo arreglo de inmediato para evitar que empeore.  ¿Por qué tratar entonces al cerebro de forma diferente?  Esto significará que no será necesaria la adaptación a los audífonos… todo sucederá de forma gradual y adaptativa.